La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia ha informado este martes del hallazgo hasta el momento de 71 ‘falsos positivos’, civiles asesinados por militares para ser presentados como guerrilleros abatidos, en un cementerio del municipio de Dabeiba, en el departamento de Antioquia, desde que comenzaron las tareas de exhumación en diciembre del año anterior en esta región.
De acuerdo con la información jurídica que maneja la JEP, los 71 cuerpos encontrados corresponderían a víctimas de ejecuciones y asesinatos extrajudiciales, así como de desapariciones forzadas.
Las labores de excavación de los cuerpos comenzaron en diciembre de 2019, mes en el que se hallaron 17 cuerpos. En febrero del año siguiente, se encontraron otros 37. Los trabajos tuvieron que ser pospuestos por la crisis del coronavirus, pero ya este mes se han descubierto otros 17 cadáveres, según publica el periódico colombiano ‘El Tiempo’.
El equipo forense, liderado por el magistrado Alejandro Ramelli, ha comunicado que muchos de estos cuerpos han sido hallados en bolsas negras para cadáveres, con heridas de armas de fuego, heridas, laceraciones, e incluso algunas de las víctimas estaban atadas de pies y manos.
En algunos otros casos, detallan, existen indicios de que se realizaron necropsias sobre los asesinados antes de ser enterrados. Sobre estos hechos ocurridos en Dabeiba ya han ofrecido declaración ante la JEP una quincena de agentes de las fuerzas del orden colombianas.
Las autoridades ya han realizado pruebas de ADN a más de un centenar de miembros de la comunidad indígena embera, quienes continúan buscando el paradero de sus familiares.
Algunos de estas personas han logrado finalmente enterrar con dignidad a sus muertos. Es el caso de la familia del agricultor de 23 años, Edison Lezcano Hurtado, asesinado por el Ejército de Colombia en 2002, cuyo cuerpo les fue entregado el pasado 17 de febrero de 2020.
Este caso concreto ha sido reconocido por el propio Consejo de Estado como ‘falso positivo’, después de que una resolución de agosto de 2012 así lo hiciera saber, anotando que no hay evidencias de que Hurtado formarse parte de las por entonces todavía activas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hoy disueltas, «ni que hubiere accionado arma alguna en contra de los militares», quienes le detuvieron «cuando se encontraba en su vivienda».
La JEP ha informado a su vez que hasta el momento los restos de media docena de estas víctimas han podido ser entregados a sus familiares.