Tres días después del embate del huracán Iota contra el archipiélago caribeño de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, las autoridades colombianas intentan restablecer los servicios esenciales en las islas sumidas en la destrucción y donde murieron por lo menos dos personas y una más sigue desaparecida.
El huracán, primero de categoría 5 que golpea el país, afectó las tres islas que suman unos 65.000 habitantes, dejando a miles de ellos sin vivienda y con pérdidas incalculables.