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Un tribunal le ha dado la razón coincidiendo con su abogado en que “una denuncia leal, aunque sea torpe, no debe volverse en contra de quien la realiza”.

A veces, no toda buena acción tiene su recompensa. Y es precisamente lo que le vivió un trabajador que, tras detectar lo que consideraba un robo, pues vio a un compañero de trabajo llevándose material de la fábrica, acabó siendo despedido. Los hechos ocurrieron en mayo de 2022, a las 05:00 horas de la madrugada, en una fábrica del norte de Francia.

Durante el turno de noche, el empleado vio a un compañero salir del recinto con unas barras metálicas, tal y como cuentan desde ‘Le Figaro Empoi’. Convencido de que se trataba de un robo, avisó de inmediato a su jefe de equipo, quien le explicó que se trataba de una operación autorizada por el departamento de mantenimiento, ya que el metal iba a ser enviado al contenedor de basura.

Pese a ello, como aún sospechaba, decidió por la mañana ponerse en contacto directamente con el director de la planta, calificando lo que vio como un “robo”, y detallando que había avisado de ello a su jefe y tomado varias fotos para corroborarlo. Este segundo aviso, no sentó bien a su jefe de equipo, quien le reprochó que hubiera llamado a su superior porque “todo estaba arreglado”.

La cosa no se quedó ahí y es que el encuentro entre los dos trabajadores (el que transportó el material y el que lo acusó de robo), la noche después, acabó con el despido de uno de ellos. El motivo es el rifirrafe que se produjo entre ambos a raíz de que le volviera a acusar de robo: “robas material”, le espetó, al tiempo que el otro le respondía y le empujaba, lo que acabó en una pelea entre ambos. Unos días más tarde, el trabajador que avisó del supuesto robo recibió una carta de despido por falta grave, por haber provocado la pelea y haber ignorado las instrucciones de sus superiores.

El trabajador reclama: “solo informé de un hecho”

El trabajador despedido, que llevaba trabajando para la fábrica desde 2013, se quedó totalmente sorprendido, señalando que “solo informé de un hecho” con el objetivo de proteger a la empresa. Por ello, decidió reclamar. No obstante, en un primer momento, el juzgado de instancia desestimó su demanda, considerando que el despido era procedente y que, incluso, debía pagar 1.500 euros a la empresa.

Disconforme con el fallo, decidió reclamar la sentencia al Tribunal de Apelación (en España, sería como los tribunales superiores de justicia), defendiendo que su denuncia fue de buena fe y que entraba dentro de su derecho a la libertad de expresión, garantizada por el Código Laboral. Por su parte, la empresa alegó que había mantenido un “comportamiento provocador” y que tenía “malas relaciones” sobre las que ya le habían advertido en una entrevista anual de 2021: “Cuidado, no menosprecies a los demás”, le avisaron un año antes.

El tribunal da la razón al trabajador: deben indemnizarle con 25.480 euros 

El abogado del trabajador, como recoge ‘Le Figaro’, expuso que el empleado conserva su libertad de expresión “salvo en caso de abuso”. Esto es, excepto cuando realiza “comentarios injuriosos, difamatorios o excesivos”. En este caso, exponía que “simplemente expresó una duda, sin intención de causar daño” y que “este tipo de decisión recuerda que una denuncia leal, aunque sea torpe, no debe volverse en contra de quien la realiza”.

El tribunal compartió su postura y, como la empresa no acreditó pruebas que demostrasen que su intención real fuese causar daño, le dieron la razón: “el mero hecho de haber contactado con la dirección para denunciar los hechos, tras haber informado a su jefe de equipo, no puede considerarse una falta que justifique una sanción, y mucho menos un despido”, concluyeron, declarando que el despido se ejecutó sin ninguna causa real.

Por ello, condenaron a la empresa a abonarle una indemnización de casi 25.480 euros: 5.771 euros en concepto de preaviso, 577 euros en concepto de vacaciones, 6.132 euros en concepto de indemnización legal por despido, 10.000 euros en concepto de daños y perjuicios y 3.000 euros por las costas judiciales.

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