Nueve de cada diez calcetines para bebés contiene restos de bisfenol-A y parabenos que pueden provocar enfermedades en niños y adultos. Los expertos advierten de una posible exposición a estos compuestos por vía digestiva.
Una investigación de la Universidad de Granada y el hospital del PTS ha comprobado que nueve de cada diez calcetines para bebés contiene restos de bisfenol-A y parabenos, dos productos tóxicos cuya actividad hormonal puede provocar graves enfermedades tanto en etapa infantil como en adultos.
Científicos de la Universidad de Granada, el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA), el Hospital Clínico San Cecilio de Granada y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) han determinado que el 90% de los calcetines para niños de entre 0 a 4 años contienen restos de estos dos disruptores endocrinos que pueden provocar enfermedades en bebés y en adultos.
Este trabajo, el primero de estas características de Europa, revela que los textiles pueden exponer a los bebés a contaminantes químicos y que lo hacen en diferentes cantidades en función del comercio y la marca. Los investigadores han analizado muestras de 32 pares de calcetines para niños de entre 1 y 48 meses de edad comprados en tres comercios locales distintos, clasificados según el precio de sus artículos por tiendas de ropa de bajo precio, franquicias y marcas exclusivas.
Con técnicas de química analítica y pruebas biológicas, el estudio ha comprobado la presencia del componente del plástico bisfenol-A y de parabenos, concentraciones que en las prendas más baratas eran de un máximo de 3.736 nanogramos de bisfenol-A por gramo de calcetín, una cantidad casi 25 veces superior a la encontrada en el resto.
Los parabenos se encontraron en la totalidad de los calcetines estudiados pero en concentraciones medias inferiores al bisfenol-A. Este alto contenido tóxicos han provocado que los calcetines tengan hormona femenina y antagonicen con las masculinas y generen además actividades relacionadas con disfunciones que conducen a enfermedad tanto en el niño como en adulto.
El espectro de enfermedades asociadas a la exposición a disruptores endocrinos es amplio y cubre desde déficit de atención e hiperactividad, alteraciones genitourinarias, desarrollo sexual secundario prematuro y obesidad en los niños a hipotiroidismo, a infertilidad, diabetes y cánceres en adultos.
Los investigadores han destacado la posible exposición por vía digestiva de estos compuestos químicos contenidos en la ropa, dada la facilidad con la que los bebes chupan sus propios calcetines, lo que han apuntado en una campaña de sensibilización.
Este trabajo ha sido coordinado por Nicolás Olea, médico en el Hospital Clínico San Cecilio, responsable del grupo de investigación de Oncología Básica y Clínica del iBS.GRANADA y catedrático de Radiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada.