El expresidente de Bolivia Evo Morales, que renunció en noviembre tras denunciar un «golpe de Estado», cumple este domingo un mes en Buenos Aires, ciudad que, ante la imposibilidad de volver a su país, ha hecho su base de operaciones para las elecciones de mayo, a las que no se presentará pero para las que trabaja como jefe de campaña de su partido.
El político aterrizó el 12 de diciembre en la capital argentina, junto a algunos de sus colaboradores, y pidió refugio político tras haber estado un mes asilado en México, adonde había huido cuando dejó la Presidencia presionado por las fuerzas armadas.