Aunque la historia tuvo lugar en 2017 se ha hecho viral ahora y el protagonista dice arrepentirse
Hacerse un tatuaje no debería ser una decisión que se toma a la ligera. Ocurre que no todos quedan conformes con el trabajo terminado y con ese dibujo que llevarán grabado en la piel para siempre (en teoría). Cuando eso pasa y se toma la decisión de dar marcha atrás, las opciones para hacerlo generarán un riesgo importante para la salud y caro para el bolsillo.
Esa teoría puede confirmarla un joven de Mendoza (Argentina) que se hizo viral en las últimos días por un tatuaje que decidió quitarse, uno semana después de hacérselo, de una manera poco convencional. Lo hizo con un rallador de queso, sin preocuparse por el dolor que ello conlleva y el riesgo que implicaba para su brazo.
nadie.
El 1 de octubre, un día más tarde de la publicación original, Matías Costa subió otra foto de su amigo y mostró cómo le quedó hoy la muñeca, la zona en la que se había hecho el tatuaje. “Ojo, la hizo bien o no la hizo bien? Mejor que el láser”, tuiteó.