Los consumidores han recibido con críticas este invento, fabricado por una empresa fundada por un español.
Coger un vaso bajo, añadir hielo, abrir la botella de whisky, olerlo, verterlo sobre el vaso, dejar que respire un poco y dar un primer sorbo. Todo este ritual, tan repetido por amantes del whisky en todo el mundo, puede ser historia si el invento de la prestigiosa destilería escocesa The Glenlivet prospera: cápsulas de whisky.
La destilería, fundada en 1824, ha lanzado este revolucionario producto en la Semana del Cóctel de Londres. Se trata de cápsulas de 23 ml de whisky, confeccionadas con algas comestibles, que permiten prescindir del vaso para degustar un buen escocés. Según la compañía, para consumirlo basta con introducir la cápsula en la boca y romperla para sentir «una perfecta explosión de sabor» que va a crear «un nuevo estándar sobre cómo se disfruta el whisky».
La empresa que fabrica estas cápsulas se llama Notpla, y fue fundada en Londres por el español Rodrigo García González, que en declaraciones a la revista Food and Drink Scotman declaró que «queremos crear soluciones originales sobre cómo servir y consumir bebidas, y The Glenlivet es una marca que está buscando exactamente lo mismo».
Pero las primeras reacciones al invento, en redes sociales, no han sido positivas. En primer lugar, porque tal y como muchos consumidores han apuntado, este nuevo sistema te obliga a consumir 23 ml de whisky de golpe, sin poder regular tu mismo el trago o sorbo. Otros han criticado que se elimina la posibilidad de percibir los aromas del whisky y que arruina la experiencia de beber un whisky en vaso.
Por último, no falta el humor y hay quienes han establecido un claro paralelismo entre estas cápsulas de The Glenlivet como las que se usan para los detergentes de lavadoras y lavavajillas.
No ice. No stirrer. No glass. We're redefining how whisky can be enjoyed. Introducing The Glenlivet Capsule Collection #noglassrequired pic.twitter.com/F4MGErsfZM
— The Glenlivet (@TheGlenlivet) October 2, 2019