Bolivia ha alcanzado la cifra de 107 casos confirmados de coronavirus, entre ellos seis muertos, 20 días después de detectar el primer caso en el país, según ha confirmado el Gobierno de Jeanine Áñez.
El lunes se registraron diez nuevos casos, siete de ellos en Santa Cruz, dos en Cochabamba y uno en La Paz. «Todos los pacientes están en zona de aislamiento bajo un permanente control médico», dijo el ministro de Salud, Aníbal Cruz, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias boliviana ABI.
Cruz detalló que también hay 24 personas sospechosas de haber contraído el Covid-19 en la nación andina, mientras que ya se han descartado 590 casos desde que la pandemia alcanzó Bolivia.
En este contexto, informó de que el Gobierno se ha reunido con representantes de los trabajadores de la salud para alcanzar acuerdos que garanticen que la población boliviana recibirá la atención médica pertinente. De la misma manera, los empleados del sector recibirán el equipamiento adecuado para tratar a los pacientes, afirmó.
«Necesitamos el esfuerzo de todos los médicos y de sus organizaciones gremiales. Reconocemos su esfuerzo y no nos cansaremos de retribuir el que arriesguen sus vidas en favor de los bolivianos», valoró.
Cruz aprovechó para reiterar el llamamiento a los bolivianos a que acaten las medidas decretadas por el Gobierno para frenar la propagación del Covid-19, que incluyen una cuarentena nacional.
CIERRE DE FRONTERAS
Por su parte, la ministra de Exteriores, Karen Longaric, defendió el lunes el cierre de fronteras acordado por el Gobierno, lamentando que unos 150 ciudadanos bolivianos se hayan quedado varados en Huara, una localidad fronteriza de Chile desde donde esperaban ser repatriados.
«Todo el Gobierno comprende esta situación tan angustiante, tan penosa para el pueblo boliviano, pero el Gobierno ha ratificado la decisión del cierre de fronteras para el paso de personas (…). Va a ser hasta que concluya la cuarentena, es decir, hasta el 15 de abril», dijo.
La jefa de la diplomacia boliviana recalcó que el Ejecutivo «no es indiferente» a las peticiones de repatriación de los bolivianos en el exterior, si bien indicó que no hay «recursos económicos» para ello.
No obstante, aseguró que el Ministerio de Exteriores trabaja «intensamente» con los consulados y las embajadas, a los que ha ordenado que «colaboren a la comunidad boliviana, en la medida de las posibilidades».
«Lamento que se le responsabilice a Cancillería de todos estos problemas que están sufriendo nuestros connacionales en el exterior, lo lamento mucho, porque la verdad es que nunca los consulados han tenido un presupuesto más allá de lo esencialmente necesario», insistió.