Lo que comenzó como un “hobbie caro” de unos hermanos que querían cumplir el sueño de su padre es ahora una marca que ha sido dos veces galardonada con este reconocimiento.
Edward Powers era un empresario estadounidense de padres irlandeses enamorado de Colombia. Aunque a finales del siglo pasado el país cargaba con el estigma de ser un lugar violento, en guerra y cuna de narcotraficantes, esto nunca lo detuvo a la hora de hacer negocios y viajes recurrentes en Colombia. Incluso, uno de sus hijos, Patrick Powers, se casó con una paisa y hasta el día de hoy reside en la ciudad de Medellín.
Cuando Powers falleció a causa de un melanoma, sus tres hijos se reunieron a evocarlo en una finca ubicada en Jericó (Antioquia). “Celebramos su vida al estilo irlandés: tomando”, recuerda Patrick. Entre trago y trago, los hermanos Powers recordaron que su padre siempre había querido hacer un negocio con sus hijos exportando productos colombianos. En esas estaban cuando observaron sus copas de licor y de repente, la respuesta surgió con absoluta claridad: se dedicarían a hacer ron.
“Decidimos montar un ron sin saber nada de la industria y sin estudiar el mercado. Pero yo ya sabía que teníamos que tener a un colombiano como socio fundador”, afirma Powers. Al poco tiempo incluyeron al empresario Jaime Uribe en la ecuación.
“La idea que ellos concibieron fue de condensar todo este país en una botella”, recuerda Uribe. “Y Colombia a nivel internacional ya tenía un potencial muy grande, un halo de misterio y de aventura”. Fue así como empezaron hace más de diez años a producir y añejar ron hecho con materias primas nacionales en Armenia (Quindío) y en 2011 nació la marca “Parce”. Aseguran que si un ingrediente no puede ser derivado de la caña de azúcar pura, no lo utilizan.
Los socios decidieron apostarle a un producto premium para atender el mercado estadounidense. Si bien esto se debía a que los Powers tenían experiencia con el manejo de negocios en su país natal, también obedecía a que el monopolio departamental de los licores dificultaba la venta del producto a nivel nacional.
En 2015, Parce, fue premiado como el mejor ron del mundo según el World Spirits Competition celebrado en San Francisco (EE.UU.), donde conquistó los cinco máximos honores en la decimoquinta edición de la competición: Mejor bebida blanca añejada del evento, Mejor ron añejado y Mejor ron.
En el certamen fueron evaluados más de 1.500 participantes de todo el mundo, el mayor número en la historia del evento.
“Que llegue un tercero a decir que es el mejor ron del mundo, prácticamente nos certificó el sueño. Nos dio impulso y una credibilidad adicional”, afirma Uribe.
“Cambió todo el escenario de nosotros en el mercado. En los medios apareció el titular El mejor ron del mundo es colombiano, pero no se vende en Colombia. Toda una colombianada”, recuerda Powers.
El reconocimiento para el ron nacional regresaría en octubre de 2018, cuando volvió a ser catalogado como el mejor ron en el New York Wine & Spirits Competition, otro de los certámenes más reconocidos en el mundo de los licores.
Parce obtuvo dos medallas de oro por sus rones de 8 y 12 años de añejamiento y una medalla de oro por su nuevo ron de 3 años. En cinco categorías volvió a figurar como «lo mejor de lo mejor”, en una competencia que convocó a más de 600 licores de todo el mundo.
El nuevo reconocimiento impulsó aún más la presencia de ron Parce en Colombia, que desde la flexibilización de las regulaciones en 2016 empezó a comercializarse en algunos departamentos del país. Hoy en día está presente en 15 departamentos, incluyendo Antioquia, Valle del Cauca, Quindío y Santander
El ron es la categoría que más ha recibido distinciones fuera del país. De hecho, Parce entró a competir con fuertes marcas a nivel nacional, como Ron La Hechicera, fabricado en Barranquilla y El Dictador, que se produce en Cartagena.
“Creemos que estamos creando una nueva categoría, la del ron premium nacional, por eso no vemos a los otros rones como competencia. La legislación nos ha ayudado a todos”, resalta el antioqueño.
Una botella de Parce de 8 años cuesta alrededor de $150.000 y la de 12 años, $200.000. Los socios le apuestan a crecer aún más y esperan que este año puedan vender su producto en todos los departamentos.
Powers, que reside en el país desde hace más de 20 años, concluye: “En Colombia ustedes pueden inventar una fiesta donde sea. Tienen un ADN que no hay en el resto del mundo. Y eso es algo demasiado bonito. Es justo lo que queríamos embotellar».